jueves, 18 de noviembre de 2010

Daniel Ketchedjián, un uruguayo suelto en Hollywood


Espectador.com entrevistó a Daniel Ketchedjián, un mago uruguayo que participa en los espectáculos más reconocidos del mundo. Acumula varias apariciones televisivas y premiaciones.

A propósito del espectáculo que presentará el viernes 19 de noviembre a las 21.30 horas en La Colmena (Maldonado 2182), Espectador.com entrevistó a Daniel Ketchedjián, quien repasó su vida y su carrera.

Espectador.com - Arrancaste con la magia desde chico, ¿dónde estuvo el encanto?

Daniel Ketchedjián - Creo que en las cajitas de magia comunes que nos regalan cuando somos niños en algún Día de Reyes o del Niño y también porque mi padre era aficionado. Él me hacía muchos juegos y yo me quedaba deslumbrado, aunque a veces los trucos fueran cerrar los ojos y al abrirlos que haya desaparecido lo que estaba delante de mí. Ahí se despertó la vocación que fui perfeccionando con las cajitas.
Ecom - ¿Y el público se deslumbra con el truco de desaparecer las cosas mientras cierra los ojos?

DK - No, pero sí mis sobrinos, que les hago eso y es lo que más disfrutan.

Ecom - El primer show que cobraste fue a los 11 años. ¿Cómo fue?

DK - Esa es la fecha que pongo como el inicio de mi profesión, porque si bien era muy amateur en lo que hacía, el hecho de cobrar me hizo ponerle fecha de inicio y empezar a contar. Este año ya cumplo 20 años como mago. No puedo creerlo

Ecom - ¿Los nervios de la primera vez son comparables con los que tenés ahora antes de empezar un show?

DK - Son nervios diferentes: los de ahora son más disfrutables. Hoy en día siento ansiedad frente a las dudas de cómo va a ser el público, cómo va a salir el nuevo truco que voy a presentar; antes temía que algún truco no saliera. Me encontraba frente a algo desconocido.

Ecom - ¿Antes podía salir mal?

DK - Siempre puede salir mal. Antes tenía menos soluciones a las fallas. Hoy tengo más libertad y puedo disfrazar la realidad para que la gente no lo note.

Ecom - ¿Hay disfraces para todos los trucos?

DK - Para la mayoría. Pero lo lindo también está en demostrar que uno es humano también y se equivoca.

Ecom - ¿Vos ya demostraste que sos humano?

DK - Sí, varias veces. Cuando se escapa de lo que uno tiene preparado, tenés que buscar la forma y cuando no hay forma, tenés que reírte y seguir.

Ecom ¿Es frustrante eso?

DK - Para mí no. Todo depende de la actitud con la que el mago enfrenta la magia. Si ponés una actitud desafiante, de decir "mirá lo que yo hago y vos no", y te equivocás, el público lo va a disfrutar. Si lo entendés como un juego en el que vos vas a hacés tu papel de mago y el público hace de asombrado, cuando algo sale mal podés decir "es un juego. El truco está acá".

Ecom - ¿Cuándo decidiste que te ibas a ganar la vida con la magia?

DK - No tengo una fecha puntual. Cuando terminé secundaria ya estaba trabajando hacía rato en la magia y tuve que decidir si hacer una carrera formal o perfeccionarme en lo que hago hoy en día. Hice cursos de teatro, comunicación televisiva y más insumos que pensé que me podían servir para complementar la vocación y volcarme definitivamente a esto.

Ecom -  ¿Te sirvieron?

DK - Sí. Todo lo que estudié hasta ahora me sirvió muchísimo. Incluso mis estudios de analista en publicidad me sirvieron para venderme y vender mi magia, porque en definitiva se trata de ofrecer un producto y que vos te asombres y lo compres.

Ecom - En 2006 le dijiste a El País que "la magia es un oficio muy solitario, que requiere un estudio muy individual y mucho trabajo interno". ¿Eso hace que te cueste mantener la pasión por la magia?

DK - No, la pasión se intensifica cada vez más pero es solitario porque es un trabajo netamente individual y realmente hay que dedicarle mucho tiempo; tenés que ensayar y moverte por tus propios medios. Podés tener muchos colaboradores y consejeros, pero no podés hacer que nadie te ayude a ser un buen mago: la magia tiene que nacer de vos.

Ecom - ¿Cuánta inversión requiere aprender magia?

DK - En tiempo, 24 horas. Lo que tiene la magia es que si te engancha te hace fanático y pensás en eso todo el día. Yo en los primero años iba por la calle con un mazo de cartas o hablaba con mi novia y estaba pensando en magia. Hoy en día me dedico a otras cosas, pero la magia lleva su tiempo

Ecom - En cuanto a la inversión económica, pensando en los precios de las herramientas para hacer magia, los viajes para asistir a congresos y conferencias y todo lo que hay que hacer para progresar en la magia, ¿puede ser un impedimento para que un aficionado se desarrolle en este arte?

DK - La magia es un hobbie caro; si alguien quiere ser un aficionado a la magia, es caro porque los juegos para esto son caros. A nivel profesional, si bien requiere una inversión grande porque hay mucha bibliografía costosa y las grandes ilusiones -una especialidad dentro de la magia- pueden llegar a costar entre 15.000 y 20.000 dólares cada truco, creo que el gasto es más físico, mental y de pasión que económico.

Ecom - ¿Cuánto tiempo lleva preparar un truco, desde que lo descubrís o escuchás por primera vez hasta que lo podés presentar en público?

DK - Mucho tiempo. Quizá años. No para presentarlo, porque lo podés hacer a los dos o tres meses pero para sentir que lo tenés incorporado te puede llevar dos años. La magia está en constante evolución y por eso hay que tener los trucos en constante evolución.

Ecom - ¿Los trucos no se dicen a nadie?

DK - Se tratan de guardar al círculo más íntimo que se pueda pero, por ejemplo, a nivel de magos hay mucha apertura, que es lo que permite que la magia crezca, porque si uno se guarda los secretos no se puede evolucionar. Después, fuera de los magos, con la familia los guardás hasta que te descubren. Mi familia va a todas mis presentaciones.

Ecom - Una de las cosas que siente el público cuando ve magia es la necesidad de entender o adivinar cómo lo hacen, ¿te pasó que algún espectador lo logre?

DK - Más allá de si efectivamente lo sabe, si el espectador no entra en el juego del asombro, lo puede saber. Si no conseguís atraparlo con técnicas de persuasión o distracción el público nota algo raro. Quizá cree que comprende cómo lo hacés y no es la solución que está pensando, pero si ya salió del encanto, no disfruta del show; solamente trata de descubrir el truco.

Ecom - ¿La gente es el escollo más difícil del espectáculo?

DK - Es la parte más importante del espectáculo, entonces es difícil. Hay que llevar al público a engancharse y de todo lo que hacemos los magos es lo menos controlable; no sabemos cómo va a reaccionar y si bien hay técnicas para guiarlas a lo que uno quiere, es un desafío.

Ecom - ¿Cómo son tus espectáculos?

DK - Mi estilo es el de la magia de Salón: es un espectáculo interactivo en el que el público es parte del show. Dentro de esta modalidad me especializo en el mentalismo, que es crear la ilusión de que uno puede leer la mente con diferentes técnicas.

Ecom - ¿Cómo decidiste especializarte en esta rama de la magia?

DK - Es parte de un proceso. Siempre tuve buena interacción y desde que era chiquito era el payaso de la familia. Experimenté las Grandes Ilusiones y magia Close Up -cercana-, pero lo que más cómodo me hizo sentir es la de Salón porque siento que domino bien el ambiente.

Ecom - Hay un estigma sobre la magia que la relaciona con espectáculos infantiles, ¿lo crearon los magos?

DK - La magia hizo un proceso. Empezó siendo para adultos y luego se fue transformando por las tendencias del mercado. Antes había muestras de magia en teatros que eran de lo más comunes pero cuando el mercado fue remplazando al mago con el cine u otros espectáculos, fue necesario buscar nuevos lugares. Los niños le abrieron la puerta a la magia y muchos magos se estancaron en eso. Yo trabajé muchos años para niños y es espectacular porque te hace aprender muchísimas técnicas de magia, pero está en uno romper la barrera de los niños.

Ecom - ¿Es más fácil hacer magia para niños?

DK - No, para nada. A veces los chicos son más exigentes que los adultos. Si ven algo mal te lo dicen, mientras que el más grande se lo comenta al de al lado o no se lo dice a nadie. El público adulto no es más difícil, sino que te permite jugar a un nivel superior.

Ecom - Con el avance de la tecnología hoy podés ver una cámara de filmar casi en cualquier evento, ¿eso requiere más práctica?

DK - Te obliga a hacer magia de 360 grados, para que no se pueda notar el truco desde ningún ángulo. Si bien no hay impedimentos sobre trucos que no se puedan hacer frente a cámaras, hay que estar más atento. Igual yo noto que la gente está más pendiente de la filmación que de disfrutar el show. Lo ves en los recitales y están más atentos al celular con el que graban que al espectáculo que está ocurriendo.

Ecom - Si lo miran muchas veces, ¿lo van a descubrir?

DK - La gracia es que no lo descubran ni viéndolo mil veces pero, como es una ilusión, puede ser que lo descubran. Igual no lo hagan.

Ecom - Obtuviste el tercer premio en Invención y Perfeccionamiento Mágico en el Congreso Argentino de Ilusionismo, en 1999, el segundo premio en Magia de Salón en el mismo congreso, en 2001, y el tercer premio en Magia de Salón en el Campeonato Sudamericano de Magia celebrado en Colombia, por la Federación Latinoamericana de Sociedades Mágicas, en 2006. ¿Qué significaron estos premios para vos?

DK - Que éramos tres, por eso salí tercero. No, hablando en serio, fueron muy importantes porque fueron casi las únicas veces que competí. Además en el primero tenía 20 años y había mucha novelería por competir con otros magos, aunque ya hacía magia. Eso me abrió las puertas al mercado internacional, y me da la oportunidad de que otros magos me vean para invitarme a dar conferencias y charlas en otros lados. La última vez que competí, que fue en Colombia, y realmente creo que fue la última, me abrió puertas para varios congresos y conferencias en distintos países.

Ecom - Entonces, ¿porqué no más competencias?

DK - Porque no las disfruto tanto. Aclaro que, para una persona que recién comienza, la competencia es muy sana y lo obliga a renovarse constantemente. Pero yo no disfruto haciendo magia frente a magos y menos cuando me controlan por reloj. A mí me gusta la magia para el público.

Ecom - Estuviste en mundiales también, ¿verdad?

DK - Estuve en Portugal en el 2000. Ahí no fui a competir, solamente fui a ver. Es grandioso, 1.500 magos de todo el mundo en una semana.

Ecom - De esos 1.500 magos, ¿cuales eran los más conocidos?

DK - Estaba David Blaine, un mago callejero que en ese momento era muy conocido y antes de que saliera Criss Angel, que ahora es furor en todos lados, era muy seguido. Estaba como invitado especial. Además, había magos que yo admiro mucho, como Juan Tamariz, Luis de Matos, David Copperfield y otros.

Ecom - Sobre Juan Tamariz dijiste que "te muestra cómo con las cosas sencillas se puede llegar al clímax". ¿Lo seguís admirando por los mismos motivos?

DK - Cada vez por más motivos.

Ecom - ¿Aplicás la sencillez que admirás de él en tu magia?

DK - Intento. Trato de imitarle las técnicas y el amor que le pone a la magia. Estoy a varios años luz, me parece. Realmente, los magos tenemos suerte de vivir en la misma época que él, porque revolucionó la magia del mundo. Tamariz es el referente número uno de la magia.

Ecom - ¿Un mago es mejor cuanto más chica es su valija?

DK - No. Pensé que me ibas a preguntar si era mejor cuanto más chicas tenía, pero no. Un mago es mejor en la medida que logre despertar emociones en el público.

Además de los premios, Ketchedjián es el único mago uruguayo contratado anualmente para trabajar en el Magic Castle (Castillo Mágico) de Hollywood, California. Este castillo es una academia de Artes Mágicas, especialmente creada para los magos y amantes de la magia. La organización, que cuenta con unos 5.000 miembros, se dedica a investigar este arte y busca animar y promover al público interesado en él. También asiste anualmente al congreso Fetcher´s Finger Flicking Frolic (conocido como el congreso de las cuatro "F"). A este congreso se accede solamente por invitación, a la que se puede llegar mediante la recomendación de dos "padrinos", que deben ser magos que ya hayan participado en el congreso y que recomienden al nuevo mago, garantizando el alto nivel de los nuevos participantes.

Ecom - ¿Cómo llegaron esas oportunidades?

Las dos oportunidades se dieron juntas y trato de que ambas se mantengan. Cada vez que viajo al congreso de las cuatro "F" trato de asistir también al Castillo. Se dio a través de un mago que había participado del congreso de las cuatro "F", que es un evento de magia de cerca y muy exclusivo. Participan 180 personas, únicamente por invitación, lo que garantiza buena calidad. Él me dijo que me quería presentar como uno de los apadrinados y yo conseguí otro mago que me conocía y juntos me presentaron. Me llegó la invitación y yo no podía creer. Pero además, a la semana de eso me llegó la invitación para el Castillo Mágico, porque la persona que me invitaba al congreso me había hecho el contacto. No lo podía creer; leí que iba a estar trabajando una semana en el Castillo Mágico, que es un lugar histórico en el que han trabajado los mejores magos del mundo desde 1950 hasta hoy. El primer año que fui al congreso tuve que hacer una presentación frente a todos los magos, que es la que te habilita a entrar definitivamente para todos los años. Me fue muy bien.

Ecom - ¿Disfrutaste más que en las competiciones?

DK - Sí, estaba muy nervioso pero disfruté más porque presenté dos rutinas de magia, cuyos inventores estaban ahí presentes. Era increíble hacer una versión mía de un juego cuyo original había sido ideado por personas que estaban ahí. Además, después vinieron a felicitarme; fue hermoso. Luego, llegar al Castillo Mágico fue lo mejor que me pasó.

Ecom - ¿Fue tocar el cielo con las manos?

DK - Sí, porque realmente es un lugar muy místico. Es un escenario donde trabajó Dai Vernon, Billy McComb, que para un mago son los más grandes.

Ecom - ¿Soñabas con esto o ni siquiera formaba parte de una ilusión?

DK - De chico soñaba con poder ver un show ahí. Quería sentarme a disfrutar un show y la primera vez que fui al Castillo fui a actuar directamente. Fue todo muy rápido y ya voy cuatro años seguidos en el Castillo Mágico.

Ecom - ¿Siguen los nervios?

DK - No tanto. Lo disfruto mucho porque el público que va es gente que va a ver magia. Entran sólo por invitación.

Ecom - ¿Ellos sí entienden el juego?

DK - Algunos sí, hay 5.000 miembros pero pueden invitar a público profano. Eso también da un poco de libertad al show.

Participó en muchos programas de televisión: de 1997 a 2001 en Caleidoscopio y en 2004 en Dale Con Todo, ambos en Canal 10. Además, en forma de ciclos televisivos, estuvo en Bien Despiertos del Canal 12. Como invitado participó en varios programas uruguayos y fue la estrella de la actuación más descollante que se hizo en Uruguay: en 2005, en el programa Desafío al Corazón, hizo desaparecer tres aviones de la Fuerza Aérea.

Ecom - ¿Qué repercusiones tuvo esa noche?

DK - Fue una locura. Cuando Humberto [de Vargas] y su producción me propusieron hacerlo, me encantó la idea. Pero después, el llevarlo a cabo, fue un trabajo muy grande de producción, de ensayos y de permisos. De todos modos, fue una buena experiencia. Ahora, viéndolo en el tiempo, quizá lo hubiera hecho de una forma diferente, más al estilo Hollywood, pero haberlo hecho en Uruguay fue una cosa increíble.

A nivel internacional, en 2006 y 2007 Ketchedjián fue al programa de habla hispana más visto en Estados Unidos, Don Francisco Presenta.

Ecom - Actualmente, ¿estás en algún proyecto televisivo?

DK - No, tengo un proyecto de hacer un programa de magia pero todavía estamos buscando auspiciantes y un canal que lo acepte. Es un proyecto con la productora Diezcatorce.

Ecom - Muchos espectáculos que no son originarios de la televisión se pasan a este soporte y se instalan para siempre; hay bailes, música, actuación... ¿Por qué la magia no lo logra?

DK -  Yo creo que lo logra. En Uruguay no se encontró el medio para llegar pero en otros países es muy común. Creo que lo bueno es que nos vamos a ir contagiando de eso. Bien cerca, en Brasil, Chile y Argentina, se han hecho programas especiales de magia. Contenidos exclusivos de magia que son semanales, duran tres o cuatro meses y van por temporadas. En Uruguay no se ha dado y es una veta para explotar.

Ecom - ¿Cómo está la magia en Uruguay?

DK - Está creciendo.

Ecom - ¿Harry Potter?

DK - La manía de Potter llegó a muchos niños y Criss Angel hace que el público hable de la magia. El Mago Enmascarado también. A nivel del público está creciendo y la gente habla bien de la magia. En lo que tiene que ver con los magos creo que nos vamos especializando y perfeccionando cada vez más.

Ecom - En una nota de prensa dijiste "de chiquito me quedaba alucinado viendo a mi padre hacer juegos de magia", ¿ahora es al revés?

DK - Toda mi familia siempre me apoyó. El ver que ahora es al revés, que mi padre me ve haciendo magia a mí, me llena de orgullo. Entre las tantas cosas que me dejó y me sigue dejando mi viejo está la magia y se lo voy a agradecer siempre porque es mi pasión, mi vida. Además, saber que está siempre en mis shows me llena de orgullo. Aunque no me lo diga, le deben aburrir algunos trucos que hago porque los ve muchas veces.

Ecom - ¿El alumno supera al maestro y los dos están contentos?

DK - Sí, creo que sí. Estamos tratando de superarlo.

Para comunicarse con Daniel Ketchedjián hay que llamar al 2622 3669 o escribir a: info@danielk.com.uy.

La próxima presentación de Daniel Ketchedjián es el viernes 19 de noviembre a las 21.30 horas en La Colmena (Maldonado 2182 entre Juan Paullier y Joaquín Requena). La entrada vale 200 pesos. Por reservas hay que comunicarse al 2402 7868 o 099 397 191.

Foto: www.danielk.com.uy



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