Leonardo Vernazza y Marcelo Lanfranconi desarrollaron
Paganza, una aplicación móvil para pagar cuentas.
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Con la simpleza y las
necesidades del usuario como caballitos de batalla, dos emprendedores
encontraron una solución para el pago de las facturas. Se trata de Paganza, una
aplicación para teléfonos celulares que ahorra la molestia de tener que ir a
los locales de cobranzas y centraliza todos los servicios. Leonardo Vernazza y
Marcelo Lanfranconi se conocieron en su primer trabajo como ingenieros y
empezaron una amistad que permitió, ocho años después, el comienzo de este
sueño. El objetivo era desafiante pero se tuvieron fe.
Analizaron
muchas propuestas que decantaron en el producto final. Los emprendedores
dejaron sus trabajos y se enfocaron de lleno. “Solamente sabíamos que teníamos
un complemento interesante y una forma parecida de trabajar. Con eso, alcanzó
para arriesgar. Renunciar a nuestros cargos también implicó una forma de
mostrar compromiso hacia el otro y los inversores”, dijo Lanfranconi. Durante
los primeros meses de 2012 definieron la idea y comenzaron el estudio de
mercado que permitió validarla.
“El
pago de cuentas es un dolor de cabeza para los uruguayos”, reza la página web
de Paganza. La aplicación está diseñada desde el lugar del cliente, según
Vernazza: “Hasta el nombre está pensado en ese sentido. Es la cobranza vista
desde el lado del que la paga. Nos preocupamos por poner siempre al usuario en
el centro. Las facilidades tienen que apuntar a él y no a los acreedores”. El
éxito obtenido en los primeros meses les indica que van por el buen camino.
A un touch de
distancia
Paganza
convierte la cámara de fotos de un celular en un escáner de código de barras y
de esta forma se pueden leer las distintas cuentas a abonar.
El
mecanismo de registro previo es sencillo y por única vez: hay que ingresar en
www.paganza.com, descargar la aplicación y conectar el usuario a una cuenta
bancaria.
Solo
resta apretar el botón de “nueva factura” y alinear la cámara de fotos con los
códigos de barras. Tras cada lectura, el sistema mostrará el monto a abonar,
que deberá ser aceptado por el usuario. Luego, Paganza coordina el débito para
el próximo día bancario. Una vez que el pago es concretado o rechazado por el
banco –generalmente debido a falta de fondos en las cuentas-, el usuario recibe
una notificación a su correo electrónico. Si la deuda no se pudo pagar, se
recoordina automáticamente para el día siguiente hasta que se procese el débito
o el usuario cancele su intención.
El
diseño de la interfaz es simple y muy cómodo, lo que permite un aprendizaje
intuitivo de la aplicación. “Lo que importa es poner las cosas donde cualquiera
se podría imaginar que están. Usamos un patrón bien masivo”, aclaró Vernazza.
En
la actualidad se pueden utilizar cuentas del Banco Itaú pero en los próximos
meses estarán disponibles las del BROU, BBVA y Discount Bank. Además, los
usuarios tienen voz y voto a la hora de definir diferentes incorporaciones, de
modo tal que las prioridades de cambios se ordenen en base a las más reclamadas.
Si
bien la aplicación fue pensada originalmente para iPhone, ya está disponible
para los dispositivos Android y sigue sumando equipos compatibles. La barrera
está instalada en las cámaras de fotos con autofoco; las que no cuentan con esa
condición, no logran descifrar con claridad los códigos. Sin embargo, Paganza
trabaja para pulir el sistema, al tiempo que se avanza en la inclusión de
autofoco en todos los nuevos aparatos. A su vez, cuando la lectura no se logra
concretar, el usuario puede ingresar los números de cada código.
“Tenemos
muchas oportunidades en el futuro. Queremos dejar al 100% la lectura de códigos
porque es el principal valor de nuestro producto pero sabemos que no hay techo;
buscaremos incorporar la coordinación de pagos para días específicos y nos
gustaría que cada usuario pueda aprovechar el registro de facturas para analizar
sus movimientos financieros y la evolución de sus gastos”, ejemplificó
Vernazza. Para esas mejoras, se valen del feedback de los usuarios. Lo más
votados son la incorporación de otros bancos, la posibilidad de elegir
distintas cuentas bancarias, de pagar con tarjeta de crédito y de coordinar
pagos a futuro.
Reconocimientos
prematuros
Los
emprendedores ya cuentan con algunos indicios de éxito. El primero fue el apoyo
de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que seleccionó su
proyecto de librería de interpretación de códigos de barras. Con ello pudieron
aplicar la tecnología más reciente para reconocimiento de imágenes y trabajar
con expertos. Lograron perfeccionar el sistema e incluir celulares de menor
gama.
Paganza
está en el primer puesto del App Store, en la categoría Finanzas de Uruguay, y
llegó a estar segundo en la categoría general del país. La calificación que
tiene en esta tienda en línea es de cinco estrellas, mientras que en Google
Play están calificados con 4,8. “Sabemos que en Uruguay la gente es muy crítica
y nos reconforta saber que están contentos con nuestro aporte. Hemos superado a
aplicaciones como PayPal, Youtube y Facebook”, remarcó Vernazza.
Los
cuatro inversores que apostaron por este emprendimiento -Andrés Cerisola de
Ferrere Abogados, Sergio Fogel de Uniotel, Andrés Bzurovski de Jetnumbers.com y
Gabriel Colla de Infocorp- también
representan una forma de reconocimiento, debido a la experiencia y el éxito con
que cuentan en sus actividades.
Números humanos
Si
bien se trata de un emprendimiento financiero, sus directores apuestan a una
forma muy humana de lograr los objetivos. Lanfranconi, que es ingeniero en
Sistemas de la Universidad ORT y tiene un MBA del IEEM, trabajó durante cinco
años como gerente general de Un Techo Para Mi País, mientras que Vernazza, que
es ingeniero en Computación de la Udelar, también participó de esa ONG desde el
primer día y se desempeñó como líder del Área de Proyectos durante ocho meses.
“El
éxito viene de la mano de la humildad, la sensibilidad, la pasión y el respeto
por el otro. Las características blandas son más incidentes que las duras.
Después viene la capacidad de trabajo, la perseverancia y la cabeza de cada
uno, pero lo humano es fundamental”, sintetizó Lanfranconi.
La
pasión con la que llevan adelante sus tareas requiere del apoyo de los vínculos
más cercanos, según Vernazza: “No entrás solo en este baile, precisás de tu
familia. Yo no elegí emprender, es más fuerte que yo y no me veo en otro rol”.
Lanfranconi
agregó que el 70% del día lo dedican a trabajar, por lo que es muy bueno poder
hacer lo que les gusta, con un equipo que convence y sin anhelar “el viernes
para olvidarte de todo”. “Además, la posibilidad de imprimirle tus valores a la
empresa es muy interesante y no se puede hacer en todos los trabajos”,
concluyó.
Con seguridad
Paganza
se presenta como un sistema con seguridad total. Además de contar con protocolos
bancarios de seguridad, exige la entrada con usuario y contraseña, un pin luego
de aceptar cada pago y la posibilidad de desconectar el servicio desde el sitio
del banco, en caso de extravío del celular. Si se rechaza un pago, Paganza no
accede a los motivos, al igual que no conoce ningún detalle de los montos y
movimientos bancarios de sus usuarios. “Solo hacemos la mediación entre el
banco y los proveedores de servicios. Además, si alguien precisa un
comprobante, se lo enviamos por correo electrónico y lo imprime. Paganza evita tener que salir a la calle con miles de
pesos para pagar todo”, dijo Lanfranconi.
En cifras
25.000
dólares fue el monto que invirtió la ANII en el proyecto de librería de
interpretación de códigos de barras.
80
% de los clientes utilizan tres canales para abonar todas sus facturas, según
investigación de Paganza.
150
servicios se pueden pagar a través de Paganza. Crece porque los usuarios suben
nuevas cuentas.
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