Hace siete años que se abre paso entre
las principales marcas de joyas del país y desde 2009 organiza ferias de
diseño.
Cindy
Kleist ve la vida con ojos de emprendedora. Confiesa que siempre tiene la mirada
puesta en los diseños que se le cruzan y que piensa constantemente en su
trabajo. Estudia cambios estratégicos, posibles lugares de venta, soluciones de
logística, nuevas producciones y modificaciones en el packaging; siempre que su
agenda de clientes, los pedidos y las fechas de lanzamiento de sus nuevas colecciones
se lo permitan.
“Cuando
voy a Argentina a descansar, vuelvo más cansada. Con todo lo que hay para ver,
termino metida en un problema. Lleno libretas con tantas anotaciones para hacer
mejoras y cambios que a la hora de ir de vacaciones, no puedo ni siquiera estudiarlo
como destino. El emprendedor no es un trabajador full time sino full life”, dijo.
Pero no
reniega de eso porque la mueve lo que, a su juicio, no puede faltarle a nadie
que quiera empezar un negocio propio: pasión, ganas, dedicación, búsqueda constante
de mejorar y buen trato con los clientes. Además, las ventajas de ser su propia
jefa también les resultan atractivas. “Los horarios los ponés vos, nadie te
obliga a trabajar ni tenés un superior que te presione. Lo importante es
confiar en tu responsabilidad y saber cuándo parar de trabajar porque esto no es
un comercio que bajás la persiana y te olvidás. Si te mueve la pasión por lo
que hacés y te encanta tu proyecto, tenés muchos puntos a favor”, explicó
Kleist.
Aunque es
el pilar de su emprendimiento, es consciente que no puede hacer todo sola.
Intenta aprovechar lo mejor de cada uno de sus colaboradores, entre los que hay
un contador, un fotógrafo y un diseñador web. De su personalidad, elige
resaltar su constancia para el trabajo, su seriedad, su confianza y la buena comunicación.
De pasatiempo a empresa
El 2004
fue un año clave en la trayectoria de Cindy Kleist. Comenzó la carrera de
diseño de modas en la Universidad ORT Uruguay y realizó un curso de orfebrería
en el taller de Álvaro Martino, donde combinó los dos elementos que hoy le dan
una marca registrada.
“Elaboro
mis piezas atendiendo las tendencias de la moda, pero sin seguirlas al pie de
la letra, porque ya logré imprimirle un estilo personal a mis colecciones y
trato de seguir en esa línea” aclaró Kleist.
Su negocio
empezó con la venta a familiares, amigos y conocidos que se enteraban de su hobbie
mediante el boca a boca, hasta que en 2008 decidió armar poco a poco su local.
Allí entrevista a sus clientas para conocer qué les gustaría usar, les ofrece
un boceto y luego les entrega el producto.
“Mis joyas
están diseñadas para una mujer con carácter, que gusta de la moda y no quiere
pasar desapercibida. Si alguien busca un anillo clásico, va a una joyería convencional;
las mías son piezas de diseño y se destacan por la personalización: yo adapto
todo en base a lo que el cliente quiere y el cuidado que le pongo a los
detalles es fundamental”, sostuvo Kleist.
Conexión turística
El
crecimiento del proyecto la llevó a traspasar las fronteras con sus diseños.
Muchos turistas la conocieron en eventos y comenzaron a visitarla en su atelier
cada vez que llegan al país; otros llevan sus productos desde el free shop del
aeropuerto de Carrasco y también vendió puntualmente para el mercado alemán.
“Algunos
visitantes compran joyas para hacer regalos con identidad porque quieren
obsequiar algo más que un objeto. Además, muchos viajan a países que tienen mayor
oferta que la uruguaya y con mis productos se aseguran que su regalo no es algo
que el otro pueda comprar en su país”, aseguró la emprendedora.
La
variedad de accesorios comercializados por Cindy Kleist puede verse en su
página web (www.cindykleist.com),
visitando la cadena de hoteles Regency, el atelier de Ana Livni o el local de Kleist,
en el que la atención personalizada permite otras ventajas.
Además,
desde febrero de 2009, la boutique Aquí Montevideo, ubicada en la ciudad de
Kóln, Alemania,
ofrece al público europeo una selección de joyas Cindy Kleist.
Sus
creaciones tienen plata de 925 milésimas, oro de 18 quilates, piedras
preciosas, semipreciosas y circones Swarovski. En la mayoría predomina la
plata, aunque pueden hacerse con detalles en oro e incluso con el oro que trae
el propio cliente.
“Les permito
a los clientes traer piezas que tengan una gran carga afectiva para ellos, pero
que no se animan a usar por el diseño que tienen y en conjunto les hacemos modificaciones.
También se puede fundir el material y hacer una pieza nueva que mantenga el valor
sentimental”, contó Kleist.
Experiencia femenina
A raíz de
este emprendimiento, Kleist sintió la necesidad de conocer mejor a su público
objetivo, convocarlo y contactarlo. Inspirada en los eventos que se hacían en
el barrio Palermo de Buenos Aires, en el año 2009 organizó cuatro ferias de
diseñadores en su atelier, donde surgieron las tardes de Moda, Magia y Otras
Hierbas, que desde 2011 pasaron a llamarse Krea.
“Había
otras ferias que reunían a gente de hasta 18 años, pero yo quería convocar a un
público femenino de entre 20 y 70 años, de buen poder adquisitivo, que le gusta
estar a la moda, comprar cosas con buen diseño y que no se pueden encontrar en
un shopping. Además, se generó un espacio muy bueno para egresados de las
carreras de diseño que no tienen la oportunidad de contar con un local y
quieren mostrar las cosas que hacen”, dijo Kleist.
Las ferias
Krea –que desde 2010 coorganiza con la también diseñadora Karen Goldman– ofrecen
una actividad que no implica únicamente hacer compras, sino que buscan
convertirlas en una excusa para tomar un té con amigas, juntarse a charlar o
escuchar conferencias.
En las
distintas ediciones hubo actividades adicionales, por ejemplo charlas sobre
cómo llevar adelante una huerta en el hogar, presentaciones de artistas
plásticos y diseñadores que trabajan en vivo, y shows de magia de salón. La
próxima edición Krea será del 15 al 17 de diciembre en Rara Avis, con entrada
libre, y ofrecerá el viernes 16 un espectáculo de improvisación.
Entre los
30 stands habrá indumentaria, calzado, joyas y propuestas de decoración y más
propuestas que se detallan en www.krea.com.uy.
Kleist
resume con elocuencia lo que busca de sus productos finales: “Como diseñadora
que exponía en ferias, veía muchas cosas para cambiar y me di cuenta que la
mejor manera de capitalizarlo era organizándolas yo misma, porque necesito
hacer cosas de las que pueda estar orgullosa. Lo mismo pasa con mis joyas: no
las termino hasta que no quedo conforme con el resultado. Trato de mejorar
hasta el punto de sentir que si yo fuera mi clienta, confiaría totalmente en lo
que ofrezco y creo que lo estoy logrando”.
Como la visita de un médico
Durante el
proceso de venta de las joyas de autor de la emprendedora Cindy Kleist, el
boceto se retoca hasta que el cliente lo desee.
Como se
trata de diseños arriesgados, Kleist señala que son varios los clientes que le
piden consejos a la hora de hacer cambios.
Esto
sucede sobre todo cuando se trata de las piezas de su última colección, Anillo
+ Anillo, en la que se pueden combinar distintas texturas, colores y piedras.
Esta línea
consiste en una serie de anillos realizados en plata 925 con cubic circones
Swarovski, que pueden llevarse juntos o por separado.
“Algunas
mujeres me llaman como si se tratara de la visita de un médico. Necesitan venir
con urgencia porque no están muy convencidas de que una pieza les queda linda y
yo las asesoro. Otras ya
saben lo que quieren, pero necesitan un último empujón para decidirse y yo
siento que tengo una buena llegada con mis clientas. Por eso
hago hincapié en que la entrevista en mi atelier es mucho mejor que comprarme
una joya desde un local”, sostuvo la emprendedora Cindy Kleist.
En cifras
12 ferias
lleva organizadas Kleist desde 2009, a un ritmo de cuatro por año (en su
atelier, en el hotel Sheraton, Rara Avis y el WTC)
60 diseñadores
reúnen sus eventos más grandes. En total, ya hubo más de 320 stands con al
menos 150 propuestas diferentes
600 pesos
es el costo mínimo de sus accesorios, que varía según el peso, el material, las
piedras que tienen y los tamaños.
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